La Iglesia tiene que aprender a vivir en el mundo digital

La Iglesia tiene voluntad de abrir nuevos caminos de evangelización entre los jóvenes y está dispuesta a valerse de todo el potencial que le proporcionan las nuevas tecnologías de Internet, entorno principal de comunicación de la juventud.

La pregunta que tratan de responder los padres sinodales es: ¿de qué modo conseguirlo?

Sobre esa pregunta han pivotado gran parte de las intervenciones en los círculos menores del Sínodo de los Obispos que en estos momentos están trabajando en la tercera parte del : elegir.

En la conferencia de prensa diaria para informar sobre el avance de los trabajos del Sínodo, celebrada este viernes 19 de octubre, el P. Valdir José De Castro, Superior General de la Sociedad de San Pablo, opinó sobre este asunto y destacó que “tenemos mucho que aprender del mundo digital, la Iglesia tiene que aprender a vivir en el mundo digital”.

Matizó que no quiere decir “que la Iglesia no haga nada, porque, de hecho, ya hay muchas iniciativas. Sin embargo, aún hay mucho camino que recorrer”.

Subrayó “la necesidad de que la Iglesia profundice en la comprensión de la tecnología y, en particular, de Internet, para que se puede discernir cómo utilizar esas herramientas como un terreno fértil para la evangelización”.

Además, destacó que evangelizar en Internet no consiste en publicar simplemente contenidos cristianos en las plataformas digitales, sino que “hay que en nuestro perfil digital y en la forma de comunicarnos, tenemos que mostrar unas preferencias, unas opiniones que puedan estar conforme al Evangelio, aunque no se hable del Evangelio de forma explícita”.

“Podemos motivar a los jóvenes a que sean protagonistas de la evangelización en el mundo digital, y no solamente destinatarios de la evangelización, porque los jóvenes son los que mejor pueden transmitir la cultura del evangelio en Internet”, aseguró.

En la conferencia de prensa participó también Mons. Joseph Naffah, Obispo de Aradus, Líbano, y padre sinodal, que compartió la iniciativa que se está implementando en el mundo de lengua árabe para comunicar a jóvenes cristianos en Internet y permitirles compartir sus experiencias.

Durante su intervención explicó que esta iniciativa evangelizadora es hoy especialmente urgente debido a las dificultades que viven muchos jóvenes árabes como consecuencia de las guerras la emigración a la que se ven forzados como consecuencia.

“Hay jóvenes que han elegido atestiguar a Jesús en situaciones críticas que veces rondan el martirio”, aseguró. Este proyecto en Internet, que denominó “proyecto de contacto en línea”, pretende funcionar como un Instituto de Ciencias Religiosas en la red.

La aplicación cuenta en la actualidad con 750 estudiantes como usuarios, pero se espera un importante crecimiento, pues la iniciativa se encuentra todavía en una fase inicial.

Explicó que “nuestra juventud está participando en los medios de comunicación sociales, en las redes sociales, y la Iglesia está llamada a existir en este mundo”.

Otro padre sinodal, Mons. Emmanuel Kofi Fianu, Obispo de Ho, Ghana, señaló una paradoja que se da en algunos países del continente africano que dificulta la evangelización digital: por un lado se da el mismo fenómeno que en otras partes del mundo entre la juventud de cambio de mentalidad de lo analógico a lo digital, pero por otro lado hay muchos lugares que no tienen acceso a  Internet.

Sin embargo, también él subrayó la necesidad de que la Iglesia aumente su presencia en Internet, y sobre todo que lo haga con objetivos y planes concretos. En este sentido, afirmó que cada vez hay más jóvenes que no leen en papel, sólo en plataformas digitales.

Por eso, llamó a impulsar proyectos de apostolado bíblico en Internet, para que los jóvenes puedan tener acceso a la Biblia mediante las modernas tecnologías de comunicación. Explicó que en Ghana se está trabajando en un proyecto piloto en esa dirección. “Hemos desarrollado un apostolado bíblico basado en plataformas digitales que ayuden a difundir la Palabra de Dios entre jóvenes que no estén acostumbrados a la lectura”.