El Papa Francisco afirmó que “la vida no es un carnaval, es algo muy serio” y, por ello, “hay que estar seguro de la propia identidad”, identidad de la que uno mismo no es el único responsable, pues “somos lo que Dios sueña para nosotros”.
“Vos no podés andar negociando tu identidad para encontrarte con el otro, no podés maquillar tu identidad, no la podés disfrazar”, aseguró.
En un mensaje de video enviado a los participantes del III Encuentro Mundial de Jóvenes que se está celebrando en Buenos Aires, Argentina, promocionado por la Fundación Scholas Occurrentes, el Santo Padre reconoció que la palabra “identidad” no es fácil.
“Es la pregunta por el ‘quién soy yo’”, señaló. “Es una de las preguntas más importantes que uno puede hacerse: delante de sí mismo, delante de los demás, delante de Dios, delante de la historia. ¿Quién soy yo?”.
El Pontífice subrayó que “nuestra identidad no es un dato que viene dado, no es un número de fábrica, no es una información que puedo buscar en internet para saber quién soy”. En este sentido, aseguró que la identidad no es estática, “va creciendo, creciendo, y vamos caminando; estamos creciendo con un estilo propio, con una historia propia, con es núcleo de identidad propio”.
Explicó que “no hay identidades de laboratorio, no las hay. Toda identidad tiene historia. Y al tener historia, tiene pertenencia. Mi identidad viene de una familia, de un pueblo, de una comunidad. Ustedes no pueden hablar de identidad sin hablar de pertenencia. Identidad es pertenecer. Pertenecer a algo que me trasciende, algo que es más grande que vos”.
Asimismo, advirtió del peligro de olvidar la propia identidad, cuando “se olvida de sus raíces, se olvida de donde viene, se olvida de su historia, no se abre a la diferencia de la convivencia actual; ve al otro con miedo, lo ve como enemigo, y ahí comienza la guerra”.
Finalmente, el Papa Francisco abogó por cuidar “la propia pertenencia. No se dejen embaucar”.