Por ellos Dios gobierna las estaciones, los cielos y los elementos de la creación
El mundo de los ángeles es maravilloso, es un mundo que viene a abrir nuestros corazones, nuestros sentidos a realidades que Dios mismo ha creado y que nos llaman a adorarlo y darle gracias por sus maravillas y porque sus atributos se reflejan en el mundo de estas criaturas espirituales.
Precisamente en el coro de las Potestades, que hoy te quiero presentar, se nos abre algo grande, algo, como su nombre lo indica, del poder y de la fuerza de Dios.
Recordemos que todas estas perfecciones que encontramos en los ángeles son un reflejo de la perfección divina, pues toda la belleza y el poder de los seres angélicos tienen su fuente en Dios.
Dios, en su infinita misericordia y providencia, ha establecido que la creación material, el universo fuera regido, gobernado por los ángeles.
Dios mismo ha establecido que el hombre caminara junto a estos buenos amigos y hermanos mayores para que alcancemos nuestra meta, nuestra vocación que no es otra que la santidad.
Benedicto XVI ha dicho que la santidad no es otra cosa que hablar con Dios como un amigo habla con el amigo.
Y los intermediaros de ese diálogo son los ángeles, los mensajeros son ellos, de ahí la importancia de conocer su papel, su misión, su tarea y su ayuda en nuestro camino de comunicación con Dios.
No caigas en engaños de la Nueva Era, donde se pone en el centro es el diálogo con los ángeles, dejando de lado a Dios.
Precisamente buscando este encuentro y esta amistad con nuestros ángeles, de acuerdo a las enseñanzas de la Iglesia, es que hemos venido presentando a los diferentes Coros en nuestro camino hacia la santidad.
El coro de las Potestades es uno de esos coros que despierta admiración, belleza y estupor ante esta realidad angélica.
Y lo más conmovedor, para hacernos humildes, es descubrir que estas criaturas espirituales han sido puestas a nuestro servicio por Dios, y ellos, los ángeles, han decidido servirnos, guiarnos en nuestros caminos.
La Carta de San Pablo a los Efesios (1,20) menciona este coro de las Potestades y la tradición, basándose en la Revelación.
Y enseña que este Coro tiene la tarea de gobernar los cuerpos celestes y de ejecutar los milagros que realizan en nombre y por voluntad de Dios.
Por ellos Dios gobierna las estaciones, los cielos y los elementos de la creación. Son varios los santos, padres y doctores de la Iglesia que enseñan esto, como san Gregorio Magno y santo Tomás de Aquino.
La potestad, la fuerza, que tienen estos ángeles pertenecientes a este Coro se dirige a servir y a que la voluntad de Dios se realice, se cumpla y logre sus objetivos en las criaturas.
De esta manera, este coro viene en nuestra ayuda par vencer los obstáculos que el mundo pone en nuestro camino de santificación.
Aquí entendemos por mundo los obstáculos que encontramos en el ambiente anticristiano por parte de personas que viven alejadas de Dios y entregadas completamente a las cosas terrenas.
Cuántos hay que se dejan llevar por este ambiente anticristiano y piensan que no se puede hacer algo, que no se puede cambiar nada, y así no hacen frente a este enemigo que seduce.
El papa Francisco en varias ocasiones se ha referido a este enemigo.
En la Exhortación Gaudete et Exultate ha afirmado que “aunque las palabras de Jesús puedan parecernos poéticas, sin embargo van muy a contracorriente con respecto a lo que es costumbre, a lo que se hace en la sociedad; y, si bien este mensaje de Jesús nos atrae, en realidad el mundo nos lleva hacia otro estilo de vida”.
Para vencer a este enemigo del alma, ir contracorriente y acoger el llamado a la santidad, el Coro de las Potestades viene a ayudarte para que la voluntad de Dios se realice en ti, por medio de ti y en los otros.
Para vencer esos obstáculos del que dirán, esos miedos de vivir el mensaje evangélico, el dejarse llevar por “encuestas” y dejar de lado la voluntad de Dios.
Igualmente, podemos invocar a este Coro en las necesidades extraordinarias de nuestra mente, así como de nuestro cuerpo, como también en los momentos de una necesidad pública o de una aflicción en la sociedad.
Cuánta necesidad tenemos de este Coro…
Estos buenos compañeros te dan la fuerza para decidirte por los caminos de la santidad, del bien, de no ceder en las tentaciones.
Así mismo, nos conceden la fuerza para contemplar el mundo y llevarlo por los caminos de los designios de Dios.
Santas Potestades, ayúdennos siempre en nuestros caminos, y en virtud de la Preciosa Sangre de Nuestro Señor, vengan a socorrernos, a acompañarnos y darnos la fuerza de perseverar en el camino que Dios ha dispuesto en su Santa y Divina Voluntad.
Padre Antonio María Cárdenas ORC / Aleteia