Los libros espiritualmente edificantes, ya sean ficticios, teológicos o biográficos, pueden tener un profundo impacto en nuestras vidas en más de un sentido. Un buen libro espiritual tiene la capacidad de cambiar por completo nuestras vidas para mejor, inspirándonos a seguir más de cerca a Jesucristo. Sin embargo, nuestros corazones no siempre están abiertos a la voz tranquila de Dios. Puede querer hablarnos a través de las páginas del libro, pero no estamos listos para recibir su mensaje.
Para ayudar a preparar un suelo fértil sobre el cual se puedan sembrar las semillas del Evangelio, aquí hay oraciones para antes y después de leer un libro. La siguiente oración se puede decir antes de abrir la primera página.
¡Oh fuente de toda luz! Te ruego que ilumines mi entendimiento: dame un espíritu diligente y dócil, y un deseo eficaz de aplicar lo que leo a la gloria de Dios, la santificación de mi alma y la salvación de los demás.
Luego, después de leer las páginas seleccionadas para el día, puede rezar la siguiente oración que recuerda el espíritu contemplativo de la Virgen María y cómo ella mantuvo todas las misteriosas palabras que le dijeron “en su corazón”.
Concede, oh Jesús mío, que, como tu bendita Madre, pueda guardar todas tus palabras, meditándolas en mi corazón.
Este ejercicio puede ayudarlo a reducir la velocidad la próxima vez que abra una obra espiritual y permita que las palabras se hundan profundamente en su corazón, teniendo un profundo efecto en su vida que durará muchos años.