Tú que eres mi divino sol ilumina las tinieblas de mi espíritu incendia mi helado corazón.
Tú que eres la luz de mis ojos, haz que te conozca y que me conozca, para que a ti te ame y a mí me odie. 
Tú eres mi suave luz: 
hazme descubrir que todo cuanto hay fuera de ti 
sólo es humo, engaño y vanidad. 
Mi Dios y mi todo: apártame de lo que no es tú, 
para unirme enteramente a ti. 
Mi amado todo: sé tú mi todo 
y que lo demás nada signifique para mí. 
Oh mi Jesús, que seas Jesús para mí. 
Tú, vida de mi alma, Rey de mis amores, 
vive y reina en mí perfectamente. 
Viva Jesús, Viva el Rey de mi corazón, 
viva la vida de mi vida.