Las dudas sobre la propia identidad sexual, “un nuevo problema para el mundo y para la Iglesia” que gestionar “con sensibilidad”

Tres consejos

En este contexto, “Sam” quiere compartir algunos pensamientos “porque en el último año o más Dios me ha enseñado mucho sobre mí mismo y sobre cómo vivir el sufrimiento diario que representan la atracción homosexual, el transgenderismo, la confusión, la ansiedad y la desesperación”.

El joven ofrece tras sugerencias, la primera de las cuales es “hablar con alguien en quien confíes ciegamente” –“un sacerdote, tus padres”. 

“Sam” recomienda “fuertemente una figura que tenga autoridad en tu vida, alguien que sabes que reaccionará con amor y dando ánimos”.

“Al hablar, me quité un gran peso de encima, pero sé también que no hay que hablar con cualquiera. Tengo amigos muy queridos que no imaginan siquiera que yo esté pasando por esta situación”.

También por esto, el joven usa el pseudónimo Sam Stark, “porque hay muchas personas en mi vida que no están aún preparadas para saber esta cruz que llevo, y por mí está bien”. “Díselo a alguien, pero no a todos”.

El segundo consejo es “rezar, todos los días”. “Conságrate a la Virgen. María desata los nudos, y desde que me consagré a Jesús a través de ella, las cosas han empezado a revelarse y a tener sentido. No un sentido completo, pero estoy comprendiendo más de mí mismo y de cómo vivir y amar en esta situación”.

El último consejo de “Sam” es “saber que has sido creado intencionalmente”. “Dios te ha dado un cuerpo masculino y ha puesto en él un alma masculina, o te ha dado un cuerpo femenino y ha puesto en él un alma femenina”.

“No importa el sufrimiento, no importa el dolor o la confusión –y créeme que los comprendo todos-, agárrate a esta verdad -invita-. Él es bueno, siempre, y tiene un proyecto”.

“Sam” recuerda también que “Dios vence siempre” y que ha comprendido que “quizás el motivo por el que se me ha permitido sufrir por esto es para poder ayudar a tantos hermanos y hermanas mías que sufren en silencio, e indicarles la luz”.

“Dios te ama y quiere curarte”, concluye. “Y Él puede hacerlo”.

Sam está siempre disponible para charlar “de alma a alma”. Entre sus fuentes de inspiración están el beato Pier Giorgio Frassati y la beata Chiara Luce Badano. Puedes contactar con él en [email protected].

Roberta Sciamplicott