Realismo, flexibilidad y otros imprescindibles

No hay una fórmula única para lograr una vida equilibrada, y menos cuando debes pasar mucho tiempo fuera del hogar. Es una decisión personal el cómo debes combinar tu vida laboral, tu carrera, tu vida personal y tu familia.

La clave consiste en desarrollar soluciones creativas a medida que se acercan a los desafíos de equilibrar las responsabilidades y alegrías de la vida.

Algunas de las mismas habilidades y estrategias que usas en el trabajo como la planificación, organización, comunicación, establecimiento de límites y la forma de establecer las normas, pueden ser utilizadas con eficacia en el hogar de forma equilibrada y satisfactoria, algo que te ayudará también a organizar tu vida profesional y personal.

Veamos algunos consejos que podrían ayudar en este campo:

No te sientas culpable

La culpa es uno de los mayores residuos de la energía emocional. La culpa sólo sirve para que te quedes inmovilizado en el presente porque estás viviendo en el pasado. La culpa puede ser muy debilitante, mediante la introducción de la lógica podrás contrarrestarla, podrás evitar sabotear tus esfuerzos hacia el equilibrio del trabajo y la familia, así podrás mantenerte en mejores condiciones emocionales. Lo importante es tener un gran realismo sobre el estado de las cosas y sobre como poder mejorar nuestros ritmos.

Establece límites

Los límites son una línea imaginaria de protección que debes dibujar entorno a ti mismo. Estos límites tienen que ver con la protección de las acciones de otras personas. Es importante que determines por ti mismo qué es un comportamiento aceptable o un comportamiento inaceptable de otras personas en tu escala de valores. Establecer límites podrán ayudarte a definir el control de tu tiempo y de tu espacio, algo que sin duda te ayudará a ponerte en contacto con tus sentimientos.

Es una forma de expresar el alcance de tus responsabilidades y de qué es lo que estás dispuesto a hacer o a aceptar de los demás. Tu límite es aprender a decir que ‘no’. Recuerda que los límites son necesarios para establecer líneas en las personas y así equilibrar tu trabajo y tu familia. Poner limites no está relacionado con ser egoístas en la vida. Los limites pueden ser un medio para respetar las verdaderas prioridades de la vida.

Determina tus normas

Para poder establecer un equilibrio entre tu vida familia y tu vida laboral, deberás tener unas normas claras en tu vida. Las normas en tu vida se refieren a ti, a tu comportamiento y a las acciones que estarás dispuesto a mantener contigo mismo.

Por ejemplo, una norma puede ser tener tiempo de calidad para tus hijos y también conseguir tiempo para ti mismo. Ser buen padre, compañero y persona significa tener tiempo para ti primero. Busca formas de mantener tus aficiones y encuentra formas para relajarte, aliviar la tensión y reducir al mínimo el estrés. Si lo consigues, estarás haciéndote un gran favor a ti mismo, pero también lo estarás haciendo a tu jefe/negocio y a tu familia.

Sé flexible

Otro aspecto que deberás tener en cuenta para organizar y equilibrar tu vida laboral con la familiar será la flexibilidad. Es necesario que entiendas que los niños son imprevisibles y que todo puede cambiar en un solo momento. Debes estar dispuesto a asumir la responsabilidad de cualquiera de las tareas que se deben hacer en cualquier momento.  Nunca te acomodes demasiado, porque cuando pienses que tienes las cosas bajo control te darás cuenta que no es así.

El tiempo nos enseña que para lograr mayor éxito tanto en casa como en el trabajo deberás renunciar a los objetivos iniciales e ir sustituyéndolos con otros nuevos y diferentes porque tendremos que abarcar nuevos desafíos a medida que va pasando el tiempo. Cuando las prioridades son claras es mas fácil encontrar las formulas para respetarlas.

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