El doctor Jorge Cornielle es un prestigioso pediatra que ejerce en el Bronx, Nueva York. “Hago esto porque siento amor al hacerlo y si volviera a nacer, volvería a ser médico”.
Su fe católica es el motor de su trabajo en servicio de los demás.
El doctor Cornielle es de origen dominicano. Lleva más de 20 años de ejercicio como pediatra y está adscrito a varias entidades sanitarias de Estados Unidos. Su trabajo es plenamente vocacional: “Desde pequeño, una de las cosas que más me atraía –recuerda– era ayudar al otro y siendo médico me siento plenamente realizado. Hago esto porque siento amor al hacerlo y si volviera a nacer, volvería a ser médico”.
Desde su posición de máximo prestigio, decidió unirse al proyecto de SOMOS, desde el que más de 2.000 personas ayudan gratuitamente a los más desfavorecidos en Nueva York con el fin de que dispongan de la atención sanitaria imprescindible.
En su caso, Cornielle asegura: “Una de las grandes recompensas que tengo es trabajar con la comunidad más necesitada, la hispana y la afroamericana”. Con 20 años a sus espaldas, ahora ya visita a la segunda generación de migrantes: “Lo más gratificante –dice- es ver crecer a tu paciente, verle crecer sano”.
Desde fiebres altas hasta problemas oncológicos, el doctor encuentra en la consulta a todo tipo de pacientes. Cree que es positivo ser de origen latino y católico porque “el único médico que puede dar un servicio excelente a nuestra comunidad somos nosotros. Porque ellos se sienten identificados con nosotros y nosotros nos sentimos identificados con ellos”. Es así como su trabajo se convierte en una protección para los más desfavorecidos.
Nueva York, la ciudad que nunca duerme, cuenta con este ángel que vela por los enfermos más pequeños. “Creo que el proceso de sanación, de healing, ocurre de mejor manera cuando se transmite y se hace con fe”, afirma. Y en su caso es así: “Soy un hombre completamente de fe. Mi vivir, mi día, mi trabajo no se mueven si no es por la fe en Dios”. A través de SOMOS, miles de niños neoyorquinos están sanos gracias a su atención, en igualdad de condiciones que los que disponen de un sistema de sanidad privado.