Señor, bendice mi mente para que no sea indiferente ni insensible, sino solícito a las necesidades de mi prójimo enfermo.
Señor, bendice mis ojos para que reconozca tu rostro en el que sufre y me conduzcan a la luz y a los tesoros interiores.
Señor, bendice mis oídos para que oiga las voces que suplican escucha y respondan a los mensajes de quien no sabe expresarse con palabras.
Señor, bendice mis manos para que no permanezcan cerradas ni frías, sino que transmitan calor y cercanía hacia quien necesita una presencia amiga.
Señor, bendice mis labios para que no pronuncien frases vacías, sino que expresen la comprensión y la bondad que nacen de un corazón que ama.
Señor, bendice mis pies para que pueda dejar un buen recuerdo de mi paso entre mis hermanos y detenerme en silencioso diálogo contigo.