El papa Francisco ha invitado a los médicos a no perder de vista la singularidad de cada paciente, especialmente en las situaciones más graves y rechazar la tentación de utilizar la medicina para apoyar la voluntad de morir del paciente. 

Lo dijo a la Federación Nacional de los Colegios de Médicos Cirujanos y Odontólogos este viernes 20 de septiembre de 2019.

“Ante cualquier cambio en la medicina y en la sociedad por vosotros identificado, es importante que el médico no pierda de vista la singularidad de cada paciente, con su dignidad y su fragilidad. Un hombre o una mujer que ha de ser acompañado con conciencia, inteligencia y corazón, especialmente en las situaciones más graves. 

Con esta actitud se puede y se debe rechazar la tentación ―inducida también por cambios legislativos― de utilizar la medicina para apoyar una posible voluntad de morir del paciente, proporcionando ayuda al suicidio o causando directamente su muerte por eutanasia”.

El Papa insistió que son formas apresuradas de tratar opciones que no son, como podría parecer, “una expresión de la libertad de la persona, cuando incluyen el descarte del enfermo como una posibilidad, o la falsa compasión frente a la petición de que se le ayude a anticipar la muerte”. 

Entonces, recordó la Nueva Carta del Personal Sanitario: “No existe el derecho de disponer arbitrariamente de la propia vida, por lo que ningún médico puede convertirse en tutor ejecutivo de un derecho inexistente” (n. 169).

El Papa citó a Juan Pablo II que instruyó sobre “la responsabilidad del personal sanitario” que “ha crecido hoy enormemente y encuentra su inspiración más profunda y su apoyo más fuerte precisamente en la intrínseca e imprescindible dimensión ética de la profesión sanitaria”. 

Además, recordó “el antiguo y siempre actual juramento de Hipócrates, según el cual se exige a cada médico el compromiso de respetar absolutamente la vida humana y su carácter sagrado”. 

Por ultimo, el Papa invocó la bendición de Dios y los encomendó “a la intercesión de la Virgen María Salus infirmorum”.