Cuando tenía que decidir algo sola, recopilaba datos durante mucho tiempo, los analizaba, los verificaba, los comprobaba de nuevo y los analizaba nuevamente. Intentaba ser lo más confiable y concienzuda posible, pensaba cuidadosamente en mis temores y discutía todos los argumentos más de una vez.

Cuando me preguntaba cómo podría mejorar mi toma de decisiones, encontré un libro fascinante: Decídete. Cómo tomar mejores decisiones en la vida y en el trabajo, de los hermanos Chip y Dan Heath.

Ellos proponen un proceso en cuatro pasos llamado WRAP (Widen your options – Reality test your assumptions – Attain distance before deciding – Prepare to be Wrong) Con su ayuda, preparé 7 consejos, gracias a los cuales el proceso de toma de decisiones gana en calidad. Aquí están:

1 Hay mas posibilidades

El profesor Baruch Fischhoff, de la Universidad Carnegie Mellon, pidió a un grupo de adolescentes que “informaran” sobre sus decisiones recientes. Los resultados fueron sorprendentes: resultó que el tipo más común de sus respuestas fue más bien del tipo “Voy a sonreír más”. El segundo tipo de problemas fueron formulados de manera cero-uno, por ejemplo, si renunciar a un novio o cambiar de trabajo. Teniendo en cuenta únicamente la elección entre sí o no.

Desafortunadamente, no solo los adolescentes caen en la trampa de su propia mente estrecha. Para no cometer un error, cuando te sientes a tomar decisiones, asegúrate de haber formulado el problema tu mismo . Amplía tu perspectiva, puede haber otras opciones o hay algunas que se pueden reconciliar entre sí. Por ejemplo, si Marek está luchando con una mala situación financiera, en lugar de preguntarse si cambiar de trabajo (sí / no), puede considerar luchar por un aumento de sueldo en la empresa actual, por comenzar su propio negocio o por emprender un proyecto adicional. ¡Hay más opciones!

2 Consulta a alguien más experimentado

¿Sabías que Sam Walton, el fundador de la cadena estadounidense de tiendas Wallmart, dijo “casi todo lo que hice, lo copié de otros”? Pudo viajar miles de kilómetros para ver soluciones innovadoras en una tienda de la competencia

¡Hay un método en esta locura! No tengas miedo de utilizar la experiencia de otra persona: puedes inspirarte y ahorrar tiempo al evitar los mismos errores. Cuando me planteé educar a los niños en régimen de homeschooling, visité un foro de padres que lo hacen. Inmediatamente de ellos descubrí qué sacrificios requiere y qué se puede obtener a cambio. ¿Quieres ir a otra empresa? En la era de Internet, tienes la oportunidad de contactar a un empleado y conocer la situación desde dentro antes de entrar en ella.

3 De lo general a lo específico

¿Eliges un libro o una película para la noche? Puedes encontrar rápidamente el artículo correcto en el servicio correcto. 7/10 no es malo, pero podría ser 8. ¿Por qué no lo es? Ve a los detalles y lee las opiniones individuales: tal vez la película tenga un doblaje deficiente, pero no te molestará porque has pensado verla en versión original…

Subimos de nivel: quieres abrir un jardín de infancia. Verifica los datos demográficos de la zona. Y luego comprueba cuántos jardines de infancia hay en tu área inmediata y cuántos se han cerrado en los últimos 3 años. Los datos que recabes, cuanto más concretos sean, más te ayudarán a decidir.

4 No te dejes llevar por las emociones

La forma más fácil de eliminar la influencia de las emociones coyunturales es preguntarse: “¿Qué recomendaría a un amigo en esta situación?” . El método 10-10-10, o técnicas parecidas, también puede ayudar. Si tomo una decisión, ¿cómo me sentiré con ella después de 10 segundos, 10 meses y cómo después de 10 años? ¿Quizás el estrés temporal será reemplazado por el alivio duradero? Tal vez valga la pena que te acerques a esta chica y le pidas algo, porque dentro de diez años no la recordarás ni será tu esposa.

5 Establece prioridades

Si aún estás luchando y te cuesta muchos nervios durante mucho tiempo, es muy probable que esta decisión afecte directamente las prioridades de tu vida. Primero, sin embargo, debes conocerlas. Cuando las especifiques, te ayudará a definir una opción más cercana a tu “corazón”.

6 Acepta la derrota

Quien no arriesga, no gana. Date el derecho de cometer errores. Cuando aceptes esto y tengas en cuenta la posibilidad de un fracaso, cada decisión nacerá con menos dolor. Con esto en mente, siempre puedes tener un plan B listo.

Creo que el proceso que nos acompaña en la toma de decisiones es fascinante. Con tantas variables y circunstancias impredecibles que aún nos esperan, es bueno tener las ideas claras sobre cómo decidimos.