Guía de Reflexión del Rezo del Vía Crucis especialmente para niños y adolescentes.

Fuente: ClubNet / Regnum Christi. 

Gracias Jesús, porque aceptaste ser condenado a pesar de que eras inocente. Ya no me molestaré cuando alguien hable mal de mi.

Gracias Jesús, porque cargaste la cruz tan pesada. Me esforzaré cuando tenga que hacer algo difícil.

Gracias Jesús, porque te levantaste de esa caída. No me desanimaré ante las dificultades y confiaré en ti.

Gracias María, por aceptar con fe la voluntad de Dios. Enséñame a ser obediente a lo que Dios me pida.

Gracias Jesús, yo también te quiero ayudar y compartir algunos de tus sufrimientos para demostrarte que te amo muchísimo.

Gracias Jesús, así como la verónica, yo también seré valiente y no tendré miedo de demostrar que soy tu amigo.

Gracias Jesús, porque no te rendiste en ningún momento. Yo tampoco me rendiré ante las dificultades.

Gracias Jesús, en medio de tu dolor pensaste en el dolor de los demás. ¡Jesús, ayúdame a olvidarme de mi mismo para atender las necesidades de los demás!

Gracias Jesús, caíste tantas veces porque sabias que yo también iba a caer y tendría la tentación de no levantarme. Tú te levantaste, sacando fuerzas de tu amor al padre y a mi. ¡No estoy solo! ¿Tú me ayudas a ponerme de pie!

Gracias Jesús, la túnica se había pegado a tu espalda. Te la arrancaron de golpe y tus heridas se abrieron de nuevo. ¡Cuánto te debió haber dolido! ¡Tú eras inocente y lo soportaste por amor! ¿Qué soy capaz de hacer por ti? ¡Lo que quieras, Jesús!

Gracias Jesús, estabas a punto de morir y no hubo rencor en tu corazón, pediste perdón por nuestros pecados. ¡Enséñame a perdonar como tú!

Gracias Jesús, no debo tener miedo a la muerte, cuando tú moriste por mi y me esperas en el cielo.

Gracias Jesús, enséñame a amar para llegar contigo al cielo.

Gracias Jesús, pusieron tu cuerpo en un sepulcro. Lo diste todo para encontrarte con tu padre y decirle, “¡Misión cumplida!” No dejes, que me suelte de ti, para poder llegar a estar en tus brazos y gozar de tu amor.